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Por Adrian T. Márquez
Déjame adivinar, en las últimas
semanas has notado como tu piel se ha ido maltratando, al principio pensabas
que podía ser el clima o que no te habías aplicado suficiente crema. Sales de
tu hogar, quizás con un suéter y con el cubrebocas bien colocado, revisas que
lleves todo, monedero, llaves, tarjetas, los pendientes del trabajo, sí, es un
buen día.
Subes al camión, pagas,
recibes el cambio y te aplicas gel antibacterial o quizás alcohol porque deseas
estar a salvo, bajas y repites la acción. Llegas a tu trabajo y miden tu
temperatura, te piden extender las manos, sonríes con la mirada y te echan
desinfectante, las sacudes para que seque rápido. Inicia tu jornada, lavas tus
manos al ir al baño, desinfectas tu lugar cada 3 horas porque son las nuevas
reglas, usas un poco de aromatizante porque
te hace sentir cómodo, sigue tu día y tienes algo de picazón y enrojecimiento
en tu piel, pero no le das importancia. Vas por tu comida y todo se repite: medir
temperatura, desinfectas los zapatos, sonríes mientras te echan más gel.
Te preparas a salir, sientes
tus labios rasposos, pero no le das importancia, acomodas tu cubrebocas y tomas
tus cosas, te despides de todos. Camión, dinero, gel, pides la parada, gel, vas
a la tienda a comprar algo, gel, recibes tu cambio, gel, llegas a casa, gel y lavas
tus manos.
La comezón aumenta, la piel de
tus manos está agrietada, con un aspecto cenizo, tus labios parecen arrugados e
incluso un fuego quiere aparecer. Sí, tu piel sufre cada día y ni siquiera lo
notas ¿Te suena familiar?
¿Qué es la resequedad
de piel?
Sufrir resequedad, también
conocida como Xerosis, es más común de lo que crees. Su principal
característica es que afecta la superficie visible de tu piel. Esta se torna
áspera y pierde su brillo natural, en muchos casos la debilita haciéndola más frágil
de lo que debería, se descama y termina perdiendo su elasticidad, incluso te
hace lucir más grande de lo que tu edad corresponde.
Las principales causas de este
padecimiento son diversas, pero podemos catalogarlas de la siguiente forma:
genética, condiciones climáticas/ambientales, alimentación, y en días
recientes, la nueva normalidad.
Seguro estas pensando <<Oye,
básicamente todo puede resecar mi piel>> sí, tienes algo de razón,
ten en cuenta que la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y siempre está expuesta. ¡Siempre!
Además, este órgano realiza varias
tareas muy importantes:
- Es una de las primeras defensas inmunológicas
de tu cuerpo
- Regula tu temperatura corporal, a través de su
habilidad secretora y excretora (sebo y sudor en palabras más sencillas)
- Barrera protectora del exterior
Teniendo un panorama más claro
sobre este órgano y cómo funciona, ahora sí viene lo bueno. La humectación.
La piel se mantiene humectada
gracias a la capa de lípidos como ceramidas, ácidos (pH) y colesterol mezclado
con una pizca de componentes solubles en agua. Toda esta combinación es
segregada por la epidermis (la capa externa de tu piel) recubriéndola con este manto
epicutáneo con el propósito de mantener lo más cuidada tu piel. Sin embargo,
en épocas invernales, o si es expuesta constantemente a químicos, mantener su
hidratación se vuelve una tarea difícil de cumplir.
La resequedad surge cuando la crema
natural tiene menos producción de lípidos y menos agua de la necesaria, provocando
una alteración en tu pH. ¿Qué quiere decir esto? Que las secreciones naturales
de tu cuerpo se vuelven insuficientes, haciendo que se vuelva vulnerable ante
la intemperie.
¿Por qué es importante que
entiendas esto? Porque la salud de tu piel estará en riesgo si no pones la
atención suficiente. Si el nivel de acidez es alto, tu nivel alcalino se dispara.
Tus encimas cutáneas alteran su actividad perdiendo más agua de la necesaria, los
lípidos pierden su fuerza y la capa de tu piel se ve afectada. Hola resequedad,
gris y desértica resequedad.
Un ph equilibrado es una piel sana y humectada
Ahora sí, por lo que entraste
a este blog, LAS RAZONES POR LAS QUE LA NUEVA REALIDAD ESTÁ RESECANDO TU PIEL, basadas
en las recomendaciones de la Dra. Rossana Llergo, presidenta de
la Fundación Mexicana para la Dermatología:
Son dos puntos principalmente:
Exceso de gel
antibacterial y jabón.
El aumento de uso de gel
antibacterial, genera una modificación de pH por la alteración de la barrera cutánea
natural de tu piel.
No estoy diciendo que dejes de
usarlo, recuerda que es por tu salud el aplicar y desinfectar constantemente
tus manos, sin embargo, te recomiendo usar geles antisépticos dermolimpiadores,
o si esto no es posible, puedes utilizar una crema hidratante a base de Aloe
Vera ya que además de humectar te ayuda a recuperar tu brillo de forma natural como
nuestra Sonya Soothing Gel Moisutrizer.
También, usar una crema que contenga
propóleo puede ayudarte a controlar la irritación que provoca el alcohol del
gel antibacterial, vas recuperar tu textura y mejorar su aspecto, tal y como actúa
la Aloe Propolis Creme.
En el caso del jabón, al estar
enjuagando constantemente las manos, esa capa lipídica de nuestro cuerpo se
desgasta dejándola expuesta a los cambios de clima provocando que se agriete o
sea más propensa a irritarse al entrar en contacto con el gel antibacterial.
La Dra. Llerra recomienda sustituir el jabón neutro por uno que contenga ingredientes humectantes como el aguacate, o en un mejor caso, aquellos que aseguren un nivel de pH balanceado y sea noble al contacto con tus manos, como es el caso del Aloe Hand Soap y el Avocado Face & Body Soap.
Productos químicos de
limpieza
La nueva normalidad nos exige ser
más estrictos a la hora de la limpieza del hogar o nuestra área de trabajo.
Pensamos que entre más cosas usemos más desinfectado estará nuestro espacio y,
por tanto, más sanos.
Los químicos, además de
maltratar tu piel y resecarla, pueden producir irritación. Si tu piel es muy
sensible, incluso puedes generar ronchas o una dermatitis. Podrías optar por
utilizar menos químicos a la hora de limpiar o, simplemente utiliza guantes al
momento de comenzar y no los retires hasta terminar. Incluso, puedes usar manga
larga para evitar salpicaduras. Más vale prevenir.
Así que, ya conoces todo lo que puedes hacer para acabar con la resequedad de tu piel en estos tiempos de muchos riesgos para la piel. No olvides que tu cuerpo necesita de ti para estar al máximo, si tu problema de resequedad es más fuerte de lo que he descrito, asiste a tu médico, podría ser una infección.
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